Primer batidor
La textura nos cambió la cabeza
Matcha real, ritual japonés, vibra mexicana.
Todo empezó con un bowl derramado y una conversación sobre calma.
No perseguimos hype: perseguimos ritual. Un batidor, espuma, silencio y una vibra que nos hizo quedarnos. El resto: comunidad.
La textura nos cambió la cabeza
Alguien dijo “esto es calma comestible”
Empezó a traer amigas (y nos dejó notas)
Energía limpia, calma y presencia en un pequeño ritual moderno.
Tu corazón no corre, tu mente sí.
La parte zen del día, servida en vaso.
Cinco minutos de presencia, todos los días.
Matcha no es una bebida, es un pequeño descanso del tiempo.
Prometemos leerlo con un bowl en la mano.
Algunas de las mejores ideas nacen entre sorbos. Si tu idea florece, te escribiremos.
Nuestro proceso, mezclas y experimentos (sí, somos nerds del matcha).
Mini animación: el matcha se bate, la espuma aparece, la paciencia se cultiva.
“No somos una cafetería, somos un laboratorio de calma y creatividad.”
Un pequeño momento de presencia, todos los días. Verde, real y tuyo.